Incontinencia urinaria
Es una pérdida involuntaria de orina que ocurre durante una actividad física como toser, estornudar, reír o realizar ejercicio.
No existe una única causa para esta afección y los tratamientos se efectúan según su origen. Si bien suele asociarse a mujeres mayores, también lo padecen mujeres jóvenes, especialmente después de partos vaginales debido al trabajo de parto prolongado.
Etiología
La capacidad de contener la orina y controlar la micción depende de la función normal de las vías urinarias inferiores, de los riñones y del sistema nervioso. Además, usted necesita tener la capacidad de reconocer y responder a las ganas de orinar.
La vejiga adulta promedio puede contener más de 2 tazas (350 a 550 ml) de orina. Dos músculos están comprometidos en el control del flujo de orina:
- El esfínter: Que es un músculo circular que rodea la uretra. Usted debe ser capaz de apretar este músculo para impedir que la orina escape hacia fuera.
- El detrusor: Que es el músculo de la pared de la vejiga. Éste debe permanecer relajado para que la vejiga pueda expandirse.
En la incontinencia urinaria de esfuerzo, el músculo del esfínter y los músculos de la pelvis, que sostienen la vejiga y uretra, están debilitados. El esfínter no puede impedir el flujo de orina cuando hay aumento de la presión desde el abdomen (como cuando uno tose, se ríe o levanta algo pesado).
Causas
Causas temporales: ocurre en casos de infección urinaria, constipación y uso de algunos medicamentos.
Causas permanentes: puede ser provocada por algún trauma obstétrico, ya sea por partos vaginales difíciles, bebés de gran tamaño o trabajos de parto muy prolongados.
Incontinencia urinaria de esfuerzo: es provocado por acciones que incrementan la presión dentro de la vejiga, por ejemplo levantar objetos de gran peso o durante la actividad sexual o incluso por acciones cotidianas como reír, toser o estornudar. Puede presentarse como resultado del debilitamiento de los músculos pélvicos que sostienen la vejiga y la uretra o debido al mal funcionamiento del esfínter uretral. El debilitamiento puede ser causado por:
- Lesión en el área uretral.
- Algunos medicamentos.
- Cirugía de la próstata o del área pélvica.
La incontinencia urinaria de esfuerzo es el tipo más común de incontinencia urinaria en las mujeres.
Este tipo de incontinencia se ve a menudo en mujeres que han tenido múltiples embarazos y partos vaginales y cuya vejiga, uretra o pared rectal sobresalen dentro de la vagina (prolapso pélvico).
Urge-incontinencia: es una necesidad urgente de orinar, debido a que la vejiga se contrae intempestivamente, lo que a veces impide aguantar los de deseos de orinar, produciendo la pérdida involuntaria de orina.
Incontinencia urinaria en el hombre
La más frecuente se produce debido a intervenciones quirúrgicas a la próstata, destinadas a curar en cáncer, también por cirugías destinadas a corregir la obstrucción del tracto urinario inferior o prostatismo.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo para la incontinencia urinaria de esfuerzo comprenden:
- Sexo femenino.
- Parto.
- Tos crónica (como bronquitis crónica y asma)
- Edad avanzada.
- Obesidad.
- Tabaquismo.
Síntomas
La pérdida involuntaria de orina es el principal síntoma de la incontinencia urinaria de esfuerzo y puede ocurrir al:
- Toser.
- Estornudar.
- Pararse.
- Hacer ejercicio.
- Ocuparse en otra actividad física.
- Dedicarse a la actividad sexual.
Diagnóstico
El médico lleva a cabo un examen físico, incluyendo:
- Un examen genital en los hombres.
- Un examen pélvico en las mujeres.
- Un examen rectal.
En algunas mujeres, un examen pélvico puede revelar que la vejiga o la uretra se están saliendo al espacio de la vagina.
Los exámenes pueden abarcar:
- Inspección de la parte interna de la vejiga (cistoscopia)
- Examen de la almohadilla (luego de colocar una almohadilla sanitaria, previamente pesada, se le pide al paciente que realice un ejercicio, después de lo cual se vuelve a pesar la almohadilla para determinar la cantidad de pérdida de orina)
- Ecografía abdominal o pélvica.
- Residuos posmiccionales (PVR, por sus siglas en inglés) para medir la cantidad de orina que queda después de la micción.
- En raras ocasiones, se realiza una electromiografía ( EMG) para estudiar la actividad muscular en la uretra o en el piso pélvico.
- Exámenes para medir la presión y flujo de orina (estudios de urodinámica)
- Análisis de orina o urocultivo para descartar infección urinaria.
- Examen de esfuerzo urinario (al paciente se le pide que se ponga de pie con la vejiga llena y que luego tosa)
- Radiografías con medio de contraste de los riñones y la vejiga.
- El médico también puede medir el cambio en el ángulo de la uretra al estar en reposo o al realizar un esfuerzo (prueba del hisopo o Q-tip). Un cambio en el ángulo mayor a 30° tiende a indicar que hay una debilidad significativa de los músculos y de los tejidos que soportan la vejiga.
Pronóstico
Los cambios de comportamiento, la terapia de ejercicios del piso pélvico y los medicamentos generalmente mejoran los síntomas más que curar la incontinencia urinaria de esfuerzo. La cirugía puede curar a la mayoría de los pacientes cuidadosamente seleccionados.
El tratamiento no funciona tan bien en personas con:
- Afecciones que pueden impedir la recuperación o hacer más difícil la cirugía.
- Otros problemas genitales o urinarios.
- Fallas quirúrgicas previas.
Complicaciones
Las complicaciones son poco comunes y generalmente leves, y pueden abarcar:
- Erosión de materiales colocados quirúrgicamente como un cabestrillo o un esfínter artificial.
- Fístulas o abscesos.
- Irritación de la vulva (labios vaginales)
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Ruptura de la piel y úlceras de decúbito en los pacientes reducidos a una cama o a una silla.
- Olores desagradables.
- Infecciones urinarias.
- Flujo vaginal.
Esta dolencia puede afectar o deteriorar las actividades sociales, carreras y relaciones personales.
Prevención
La realización de los ejercicios de Kegel (contracción de los músculos del piso pélvico como si se tratara de detener el flujo de orina) puede ayudar a prevenir los síntomas. Hacer estos ejercicios durante y después del embarazo puede disminuir el riesgo de sufrir incontinencia urinaria de esfuerzo después del parto.
Véase También |
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