Hepatitis A
La hepatitis A es una enfermedad infecciosa producida por el virus de Hepatitis A (VHA) que provoca una inflamación aguda del hígado en la mayoría de los casos.
Etiología
El virus de la hepatitis A se encuentra en las heces, la sangre y el semen de una persona infectada aproximadamente de 15 a 45 días antes de que se presenten los síntomas y durante la primera semana de la enfermedad.
Uno puede contraer la hepatitis A si:
- Entra en contacto con alimentos o aguas contaminadas por el virus.
- Entra en contacto con una persona infectada en el momento con esta enfermedad.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo son, entre otros:
- Viajes internacionales, especialmente a Asia, Sur o Centroamérica.
- Consumo de drogas intravenosas.
- Vivir en internados o centros de rehabilitación.
- Trabajar en las industrias de atención en salud, alimentos o manejo de aguas residuales
Otras infecciones comunes por el virus de la hepatitis son la hepatitis B y de la hepatitis C, pero la hepatitis A es la menos grave y la más leve de estas enfermedades. La hepatitis A, a diferencia de las otras dos, no se vuelve crónica.
Síntomas
- Orina oscura.
- Fatiga.
- Picazón.
- Inapetencia.
- Fiebre baja.
- Náusea y vómitos.
- Heces de color arcilla o pálidas.
- Piel amarilla (ictericia).
Diagnóstico
En el examen físico del abdomen, el médico puede descubrir un agrandamiento y sensibilidad del hígado.
Las pruebas serológicas para hepatitis pueden mostrar:
- Anticuerpos IgM e IgG para la hepatitis A (los IgM generalmente resultan positivos antes de los IgG).
- Enzimas hepáticas elevadas (pruebas de la función hepática).
Pronóstico
El virus no permanece en el cuerpo después de que la infección desaparece.
Más del 85% de las personas con hepatitis A se recuperan en un período de tres meses y casi todos los pacientes se recuperan dentro de un período de 6 meses.
Hay un bajo riesgo de muerte, generalmente entre los ancianos y personas con enfermedad hepática crónica.
Complicaciones
Generalmente no hay complicaciones. Uno de cada mil casos se convierte en hepatitis fulminante, que puede ser mortal.
Prevención
Los siguientes consejos pueden ayudar a reducir el riesgo de propagar o contraer el virus:
- Siempre lávese muy bien las manos después de usar el baño y cuando entre en contacto con la sangre, las heces u otro líquido corporal de una persona infectada.
- Evite los alimentos y el agua que no estén limpios.
El virus se puede propagar más rápidamente a través de guarderías y otros lugares en donde las personas están en estrecho contacto. Un lavado minucioso de las manos antes y después de cada cambio de pañal, antes de servir los alimentos y después de usar el sanitario puede ayudar a prevenir tales brotes.
La inmunoglobulina se debe administrar a todos los que están en contacto cercano con personas con hepatitis A, a menos que la persona ya tenga inmunidad contra el virus.
Existen vacunas disponibles para protegerse contra la infección de la hepatitis A. La vacuna comienza a proteger 4 semanas después de recibir la dosis inicial y se requiere un refuerzo de 6 a 12 meses para lograr una protección duradera.
Los viajeros deben tener las siguientes precauciones:
- Evitar los productos lácteos.
- Evitar la carne de res o de pescado cruda o mal cocida.
- Tener cuidado con las frutas en rebanadas que se puedan haber lavado en agua contaminada. Los viajeros deben pelar todas las frutas y verduras frescas ellos mismos.
- No comprar alimentos de vendedores callejeros.
- Hacerse vacunar contra la hepatitis A (y posiblemente hepatitis B) si viaja a países donde se presentan brotes de la enfermedad.
- Utilizar sólo agua carbonatada en botella para cepillarse los dientes y beber. (Recuerde que los cubos de hielo pueden transportar la infección.)
- Si no hay disponibilidad de agua, hervirla es el método mejor para eliminar la hepatitis A. Dejarla hervir completamente durante por lo menos 1 minuto generalmente la convierte en segura para beberla.
- Los alimentos calentados deben estar calientes al tacto y se deben comer en seguida.
Véase También |
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