Homeopatía
Definición
La homeopatía (del griego ὅμοιος, homoios, ‘similar’ y πάθος, pathos ‘sufrimiento’) es un sistema de medicina alternativa, que emplea remedios carentes de ingredientes químicamente activos. La teoría de la homeopatía fue desarrollada por el médico sajón Samuel Hahnemann, y se publicó en 1796. Tiene una amplia y creciente popularidad en las áreas en las que se practica, pero sus fundamentos empíricos y teóricos no son rechazados por varias organizaciones científicas o médicas importantes.
Historia
Aunque generalmente se le atribuye a Hahnemann el desarrollo de la homeopatía, la verdad es que el médico Hipócrates hablaba del Principio de la Similitud ya en el siglo V ac. cuando establecía que existen dos formas de curar:
- Simila Similibus Curentur ( los parecidos se curan con los parecidos )
- Contraria Contrariis Curentur ( los contrarios se curan con los contrarios )
Años mas tarde, el médico Claudio Galeano recomendó efusivamente el uso de los remedios contrarios para mitigar los dolores fuertes y sus postulados sirvieron de mucho durante muchos años.
Algunos siglos despues, en el XVI, el químico y pensador Paracelso recopiló los escritos de Hipócrates y comprobó que efectivamente existe un paralelismo de acción entre el poder toxicológico de una substancia y su acción terapéutica. Él ensayó con éxito el venenoso eléboro blanco en el tratamiento del cólera morbus y de las diarreas coleiformes y la cantárida para la curación de la estranguria.
Hasta ese momento la curación por los parecidos era ignorada por la comunidad médica, y se esribía poco o nada sobre esta. Sin embargo sería en 1796 cuando Hahnemann publicaría su primer artículo de la ley de las similitudes en el periódico Hufeland.
Enfermedades tratables por la Homeopatía
La mayoría de las enfermedades son susceptibles de tratamiento homeopático. El resultado, sin embargo depende de la capacidad que el organismo tenga par repararse a si mismo. La homeopatía induce el proceso de reorganización de las funciones vitales estimulando los mecanismos de autorregulación. Esto significa que la curación completa solamente es posible en aquellos casos en que el un desequilibrio funcional ha causado los síntomas. Mientras mas estructurales son los cambios que han causado la desrregulación, más parcial será la recuperación. Existen limitaciones cuando hay recomendaciones de cirugía y en casos en que han ocurrido cambios anatómicos de mayor envergadura. Si hay daños irreversibles a los tejidos, la homeopatía solamente tiene un efecto paliativo.
Por otro lado la homeopatía es eficiente para una amplio tango de desordenes, los mas frecuentes son asma, alergias, psoriasis, urticaria, acné, alopecía, artiritís reumatoide, osteoartritís, colon irritable, migraña, hipertensión, síndrome de fatiga crónica, depresión, ansiedad.
La homeopatía ofrece una alternativa a los tratamientos alternativos cuando estos han fallado, cuando no hay cura o cuando estos están contraindicados o no son tolerados.
Ventajas de la homeopatía
- La homeopatía trata al enfermo y a la enfermedad de manera totalmente individualizada.
- La curación se logra mediante la activación de los mecanismos corporales de defensa, los cuales reaccionan adecuadamente gracias al tratamiento.
- No existe peligro de toxicidad, ni siquiera en tratamientos prolongados.
- Se puede emplear como remedio homeopático cualquier sustancia que exista en la naturaleza, sea de origen vegetal, animal o mineral.
- Para su eficiencia se necesita un diagnóstico mucho más completo que los realizados habitualmente, lo que conduce a una mejor curación.
- No solamente se tiene en cuenta la salud corporal, sino que se valora el estado emocional, familiar, laboral, ambiental, genético y cultural, lo que lleva a realizar un historial clínico completo de las causas reales de la enfermedad. Una vez conocidas estas, el tratamiento es más sencillo y certero.
- Se elimina la especialidad médica y con ello el problema de que un mismo paciente es tratado por diferentes médicos con distintas opiniones.
- La relación medico-paciente es mucho mas completa, ya que se analizan conjuntamente la psiquis y el cuerpo.
Visión Crítica
La homeopatía no está exenta de críticas expresadas por detractores ni de argumentos favorables esgrimidos por sus defensores.
Los defensores de la medicina convencional afirman que los pacientes que confían por completo en las técnicas homeopáticas y rechazan la medicina convencional se arriesgan a abandonar los tratamientos de enfermedades fácilmente tratables, como algunos cánceres de piel, hasta que se convierten en intratables. Debe mencionarse que los medicamentos homeopáticos se venden sin control estricto. Estos productos dicen tratar el síntoma y su causa; sin embargo, no se parecen a los tratamientos de los homeópatas tradicionales. La homeopatía tradicional está más reconocida y aceptada en la Europa continental, quizá porque sus seguidores siguen mejor la tradición y el tratamiento con las fórmulas potenciadas que Hahnemann recomendó.
Los defensores y los oponentes de la homeopatía discrepan sobre si los ensayos científicos con el uso de placebos y métodos homeopáticos han sido satisfactorios. Algunos ensayos clínicos han producido resultados que avalan la homeopatía, pero los críticos sostienen que fueron fraudulentos. En 1997, la revista médica británica The Lancet publicó un meta-análisis de 89 ensayos clínicos, que dio una conclusión ambigua que sirvió para alimentar tanto a los defensores como a los detractores de la homeopatía. Pero un nuevo metaanálisis (27-8-2005) en la misma revista, esta vez de 110 trabajos primarios, contiene la conclusión de que los efectos clínicos de la homeopatía son efectos placebo.
Respecto a este metaanálisis, el Dr. Peter Fisher, del Hospital Homeopático de Londres (Royal London Homoeopathic Hospital, University College), indicó en carta a la misma revista The Lancet dudas sobre la selección de ensayos de este trabajo, del que sospecha el propósito intencionado de desacreditar a la homeopatía. Según Fisher los motivos de dicha selección no se explican en el artículo y su relevancia en la clínica homeopática actual no está clara. Los autores respondieron a estas objeciones, alegando condiciones bien explicadas para la clasificación de los 110 trabajos, incluidos los 8 del grupo especial. El trabajo se realizó dentro de un programa de evaluación por el Gobierno Suizo de la eficacia de las medicinas complementarias, que incluyó un amplio estudio observacional de 10.000 pacientes; 3.000 de ellos fueron tratados con homeopatía. Los efectos del tratamiento homeopático fueron evaluados positivamente respecto a su seguridad, que nadie suele discutir, y economía comparados con los de los tratamientos convencionales. En cuanto a la eficacia curativa, el metaanálisis de la evaluación suiza produjo resultados positivos para la fitoterapia, inconcluyentes para la medicina tradicional china, y dentro de los límites del efecto placebo para la homeopatía [(Documento en pdf)]. En cualquier caso, los resultados de las distintas evaluaciones condujeron al gobierno suizo a interrumpir el pago por la Seguridad Social de las variantes de terapia alternativa previamente financiadas, incluida la homeopatía, por no ajustarse a los criterios requeridos de eficacia y relación coste-beneficio.
Paradójicamente, instituciones académicas regladas, como las Facultades de Medicina de las Universidades de Valladolid y Sevilla ofrecen una especialidad médica de Homeopatía, mientras otras en España, como Santiago de Compostela, Granada, Murcia y País Vasco, o de Europa (p. ej. Oxford) y Estados Unidos (Harvard) ofrecen estudios sobre Homeopatía, siguiendo la tendencia a integrarla en los estudios universitarios de Medicina, en forma de cursos de posgrado. De la misma manera es común encontrar la promoción de remedios homeopáticos en oficinas de farmacia. Algunos explican esta situación por las oportunidades de ganancia económica que ofrece la medicina alternativa, que empiezan a ser comparables con las de la medicina convencional. La cifra de negocios del sector ha superado los 15.000 millones de dólares en Estados Unidos, y una penetración comparable se observa en países europeos. Hay además fuertes presiones para que los seguros públicos de salud sufraguen también los gastos en terapias de este tipo, motivadas por su creciente popularidad. Favorece esta opción su menor coste monetario, a pesar del precio de los medicamentos homeopáticos, desmesuradamente alto si se compara con sus costes de fabricación. Un aspecto positivo es que permiten calmar mediante un producto inocuo la apetencia de recetas por parte de una cierta clase de público, apetencia de la que derivan muy negativos efectos para la salud en forma de efectos secundarios, adicción a fármacos y otros efectos indeseables de la sobremedicación.
Muchos consideran la homeopatía como un residuo pseudocientífico de la época de la alquimia. Los resultados atribuidos a la homeopatía se pueden explicar por el efecto placebo. Afirman que los remedios homeopáticos han sido científicamente probados (en lo que se llama experimento de doble ciego para controlar el efecto placebo) muchas veces, y en unos pocos de esos estudios se han producido resultados ligeramente positivos. La mayoría de los científicos atribuyen esto a la casualidad, porque los resultados no son apenas medibles, ni los ensayos son reproducibles, y porque hay muchos más experimentos fallidos. Además, la manera en la que se desarrollan estas pruebas indica que una pequeña parte de ellas dan falsos positivos. Por lo general, los resultados están protegidos estadísticamente, pero cuando se hacen muchos experimentos, puede aparecer alguno con resultado positivo por casualidad
Homeopatía versus Química Molecular
El diluir sustancias tal como lo hace la homeopatía no debería incrementar o disminuir los efectos que la sustancia en cuestión tiene, sino que de hecho destruye por completo el agente sanador. Robert L. Park, profesor de física y director de la sede de Washington de la American Physical Society, escribió en su libro Voodoo Science: The Road from Foolishness to Fraud:
Hahnemann [el «inventor» de la homeopatía en los siglos XVIII y XIX] utilizó un proceso de dilución secuencial para preparar sus medicinas. Diluiría un extracto de alguna hierba «natural» o mineral, exactamente una parte de medicina en diez partes de agua, 1:10, agitaría la solución, y volvería a diluir de nuevo en la misma proporción, resultando una dilución total 1:100. Si lo repite una tercera vez, tenemos 1:1.000, etc. Cada dilución añadiría otro cero. Repetiría el proceso muchas veces. Así se consiguen diluciones extremas.
El límite de la dilución se alcanza cuando queda aún una sola molécula de la medicina. Más allá de este punto, no queda nada que diluir. En los remedios homeopáticos por ejemplo, una dilución de 30× es un estándar. La notación 30× indica que la sustancia fue diluida en proporción 1:10 y agitada, para después volver a repetir lo mismo hasta 30 veces. La dilución final tendría una parte de medicina por cada 1.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 partes de agua. Esto estaría lejos del límite de dilución. Para ser precisos, en una dilución de 30× tendrías que beber 29.803 litros de la solución para esperar encontrar sólo una molécula de la medicina.
En comparación con muchos preparados homeopáticos, incluso 30× es demasiado concentrado. El Oscillococcinum, un remedio homeopático estándar para la gripe, es un derivado del hígado de pato, pero su uso en homeopatía no amenaza a la población de patos. Su dilución estándar es de 200C. La C significa que el extracto está diluido en proporción 1:100 y agitado en 200 ocasiones. Como resultado tenemos una dilución con una molécula del extracto por cada 10400 moléculas de agua, es decir, un 1 seguido por 400 ceros. Pero sólo hay 1080 (un 1 seguido por 80 ceros) átomos en el universo entero. Una dilución 200C va mucho más allá del límite de dilución de todo el universo visible.<ref>Robert L. Park, 2001. Ciencia o vudú. De la ingenuidad al fraude científico. Grijalbo Mondadori, Barcelona.</ref>
Park afirma que Hahnemann posiblemente no sabía que estaba excediendo el límite de dilución porque no conocía el número de Avogadro, una constante física que hace posible calcular el número de moléculas que hay en una cantidad de masa de sustancia. Park explica el éxito de la homeopatía comparándolo con el uso de remedios realmente dañinos al mismo tiempo: «Los médicos seguían tratando a sus pacientes con sangrías, purgas, y frecuentes dosis de mercurio y otras sustancias tóxicas. Si las panaceas infinitamente diluidas no hacían bien, al menos tampoco hacía mal, permitiendo que las defensas naturales del paciente corrigieran el problema.»
Park además explica cómo los modernos homeopatólogos afirman que no hay realmente ninguna molécula de medicina en sus medicinas, sino que el líquido «recuerda» la sustancia tras el proceso de dilución. No han explicado cómo la sustancia recuerda esto. Los críticos también dicen que el agua espontáneamente se disocia en ácido y álcali (por eso tiene pH 7). La cantidad de ácido de un remedio homeopático, aunque pequeño, es mucho mayor que la cantidad de agente activo.
Recientes investigaciones indican que en ciertas situaciones cuanto más diluida está una sustancia, sus moléculas tienden a permanecer juntas[5]. Algunos quieren ver en esto una prueba que apoya las terapias homeopáticas. Sin embargo, estos datos no explican por qué las sustancias necesitan ser diluidas, sólo que deberían seguir activas tras esta preparación (aunque no en las concentraciones que requiere la homeopatía). Es más, este fenómeno no tiene conexiones con la homeopatía porque en estos casos no hay un intento de diluir la molécula. La homeopatía pretende diluir las moléculas hasta que no quede ninguna, mientras que estos experimentos siempre presentan cantidades medibles en la solución. Estos experimentos sólo investigaron las diferencias en las propiedades que las moléculas tienen cuando se agrupan en los grandes polímeros, y en menor medida en los pequeños polímeros u oligómeros.
Una investigación, publicada en el 2003, estaría aportando un argumento a favor de la base de esta terapia. Este estudio aseguraría que el agua tiene lo que denominaron «efecto fantasma»; comprobando que sustancias como el cloruro de litio o el cloruro de sodio (sal común) «modifican la estructura de hidrógeno del agua», después de realizarse una dilución intensiva. Con lo cual, estaría apoyando de esta forma el aparente «recuerdo del agua» frente a experiencias químicas recientes.
Argumentos a favor
Los partidarios de los tratamientos homeopáticos señalan el hecho de que la mayoría de la gente que buscan tratamientos homeopáticos están satisfechos con los resultados. También dicen que todo tratamiento que haga que el paciente mejore es válido, sin importar si entra en conflicto con el modelo actualmente aceptado de la composición molecular de la materia. La discusión sobre si el efecto placebo está implicado o no en esto se considera un asunto meramente académico.
Véase También |
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