Espondilitis anquilosante
La Espondilitis anquilosante, también llamada Morbus Bechterew, Mal de Bechterew-Strümpell-Marie, Espondilitis reumática y Espondilitis anquilopoyética, es una enfermedad reumática autoinmune crónica.
Pertenece al grupo de las llamadas espondilopatías o espondiloartropatías seronegativas. Seronegativas porque el resultado del análisis de sangre FR (factor reumatoideo) es negativo, a diferencia de la artritis reumatoide que es positivo.
Es una enfermedad que causa inflamación de las articulaciones entre las vértebras de la columna y las articulaciones entre la columna y la pelvis. Esta enfermedad finalmente hace que las vértebras afectadas se fusionen.
En muchos casos la enfermedad se presenta con síntomas muy leves, lo que dificulta mucho su diagnóstico e imposibiliza una estadística relevante.
Etiología
Se desconoce la causa de la espondilitis anquilosante, pero los genes parecen jugar un papel.
La enfermedad comienza con mayor frecuencia entre los 20 y los 40 años de edad, pero puede ocurrir antes de la edad de 10 años y afecta más a los hombres que a las mujeres.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo abarcan:
- Antecedentes familiares de espondilitis anquilosante.
- Sexo masculino.
Síntomas
La enfermedad comienza con un lumbago que aparece y desaparece.
- El dolor y la rigidez son peores en la noche, en la mañana o cuando no se está activo.
- El dolor mejora particularmente con ejercicio o actividad.
- El dolor de espalda puede comenzar en las articulaciones sacroilíacas (entre la pelvis y la columna). Con el tiempo, puede comprometer toda o parte de la columna.
- Se puede perder movimiento o movilidad en la columna lumbar y es posible que usted no sea capaz de expandir completamente el tórax, debido al compromiso de las articulaciones intercostales.
La fatiga también es un síntoma común.
Otros síntomas menos comunes abarcan:
- Inflamación de los ojos o uveítis.
- Dolor en los talones.
- Rigidez y dolor en la cadera.
- Dolor e inflamación articular en los hombros, rodillas y tobillos.
- Inapetencia.
- Fiebre leve.
- Pérdida de peso.
Diagnóstico
Los exámenes pueden ser:
- Conteo sanguíneo completo.
- Tasa de sedimentación eritrocítica.
- Antígeno HLA-B27.
- Radiografías de la columna y de la pelvis.
Pronóstico
El curso de la enfermedad es impredecible y los síntomas pueden aparecer y desaparecer en cualquier momento. La mayoría de los pacientes puede valerse por sí mismo, a no ser que las caderas estén seriamente comprometidas.
Complicaciones
En raras ocasiones, las personas pueden tener problemas con la válvula aórtica del corazón (insuficiencia aórtica) y problemas del ritmo cardíaco.
Algunos pacientes pueden tener fibrosis pulmonar o enfermedad pulmonar restrictiva.