Pielonefritis

De Enciclopedia Médica Ferato
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Es una infección del riñón y de los conductos que sacan la orina del riñón (uréteres).

Factores de riesgo

  • Diabetes: El número de infecciones es más elevado en las mujeres diabéticas, pero no en los hombres. Sin embargo, cuando un diabético tiene infección suele ser más agresiva. Las infecciones más graves del riñón (necrosis papilar, abceso perinefrítico, infecciones fúngicas y pielonefritis enfisematosas) tienen una relación directa con la diabetes.
  • Embarazo: Incluye un riesgo mayor de bacteriuria asintomática que, si no se trata, puede provocar pielonefritis en el último trimestre. Es necesario hacer controles de orina mediante cultivo y tratar la bacteriuria si se produce.
  • Infección en niños y reflujo vésicorenal: Los menores de 2 años con infección urinaria asocian reflujo vésico-renal en el 46 por ciento de los casos y los que tienen entre 2-5 años, en el 9 por ciento. Además, el 50-60 por ciento de los pacientes con reflujo padecen infección renal. El riesgo de aparición de lesiones renales se asocia a reflujo como factor más importante y es mayor en los menores de 5 años. En los niños menores de 5 años con infección debe descartarse reflujo vésico-renal.
  • Litiasis infecciosa: Los cálculos de Estruvita son consecuencia de infección. La infección no desaparecerá mientras los cálculos no se eliminen.
  • Obstrucción: El factor de riesgo más importante. Permite un mayor crecimiento y penetración intrarenal de los gérmenes y es decisivo en la destrucción renal. En el modelo experimental y la observación clínica la incidencia de pielonefritis se incrementa con la obstrucción.

Etiología

La pielonefritis se presenta con más frecuencia como resultado de una infección urinaria, particularmente en presencia de reflujo de orina ocasional o persistente de la vejiga hacia los uréteres o la pelvis renal (reflujo vesicoureteral).


La pielonefritis puede ser clasificada de la siguiente manera:

  • Pielonefritis aguda no complicada (desarrollo súbito de inflamación renal).
  • Pielonefritis crónica (una infección prolongada que no se resuelve).

Aunque la cistitis (infección de la vejiga) es común, la pielonefritis se presenta con mucha menos frecuencia. El riesgo aumenta si existen antecedentes de cistitis, necrosis papilar renal, cálculos renales, reflujo vesicoureteral o uropatía obstructiva.

El riesgo también aumenta cuando existen antecedentes de infección urinaria crónica o recurrente y cuando la infección es provocada por un tipo de bacteria particularmente agresiva.

La pielonefritis aguda puede ser severa en los ancianos y en las personas que se encuentran inmunodeprimidas (por ejemplo aquellos que tienen cáncer o SIDA).


Patogenia

La infeccción puede originarse a través de tres vías:

  • Vía hematógena: Es excepcional, aunque se debe sospechar sistemáticamente si al paciente se le comprueba una nefritis intersticial hematógena. La septicemia es con mayor frecuencia, consecuencia en vez de causa, de la infección urinaria.
  • Vía linfática: La disposición anatómica de los vasos linfáticos permite, al menos teóricamente, el paso de bacterias desde las vías urinarias bajas hacia el riñón y del colon hacia el riñón derecho.
  • Vía ascendente: Esta vía es la más frecuente y representa el mecanismo mejor establecido. La longitud de la uretra femenina, su estrecha relación con el introito vaginal, su proximidad con el orificio anal y las propiedades de fijación bacteriana al urotelio, explican la más frecuente aparición de la enfermedad en las mujeres que en los hombres.

La infección ascendente es posible a partir de la próstata y las glándulas parauretrales que son, con alta frecuencia, lugar de infecciones crónicas particularmente difíciles de tratar.

El riñón es un órgano sensible a la infección puesto que, a pesar de su alto débito sanguíneo, es relativamente pobre en células fagocitarias. La médula renal es la zona más propicia para la instalación de la infección; la inoculación de menos de 10 bacterias desencadena el proceso de propagación. La hiperosmolaridad, y accesoriamente, la gran concentración en iones NH4+ explican por qué la fagocitosis y la fijación del complemento están disminuidas en la zona medular.



Gérmenes causantes de pielonefritis
Microorganismo % de casos
Infección ascendente
Escherichia coli 80 - 90
Proteus mirabilis 2-5
Especies de klebsiella 2-5
Mycoplasma hominis 1
Pseudomona 1
Infección hematógena
Staphylococcus aureus 2-5
Candida albicans 1-3
Mycobacterium tuberculosis 1

Síntomas

  • Dolor en el costado o dolor en la espalda.
  • Dolor abdominal severo (ocurre ocasionalmente).
  • Fiebre superior a 102 º F (38.9 ºC) que persista por más de 2 días.
  • Escalofrío con temblor.
  • Piel caliente.
  • Piel colorada o enrojecida.
  • Piel húmeda (diaforesis).
  • Vómitos, náuseas.
  • Fatiga.
  • Malestar general.
  • Micción dolorosa.
  • Incremento en la frecuencia/urgencia urinaria.
  • Necesidad de orinar en la noche (nicturia).
  • Color de orina anormal o turbia.
  • Sangre en la orina.
  • Olor de orina fétido o fuerte.
  • Cambios mentales o confusión(Algunas veces, en las personas de edad avanzada, los cambios mentales o la confusión son las únicas señales de una infección urinaria.)

Diagnóstico

Un examen puede mostrar sensibilidad con la palpación (presión) del riñón.

  • Un análisis de orina comúnmente revela glóbulos blancos (GB) o glóbulos rojos (GR) en la orina.
  • Un cultivo de orina de una muestra limpia o un cultivo de orina (muestra cateterizada) pueden revelar bacterias en la orina.
  • Un hemocultivo puede mostrar una infección.
  • Un pielograma intravenoso (PIV) o una Tomografía abdominal puede mostrar riñones agrandados con un flujo pobre del medio de contraste a través de los riñones. La PIV y la Tomografía abdominal también pueden indicar trastornos subyacentes.

Las anomalías subyacentes del riñón que ponen a un paciente en alto riesgo de padecer pielonefritis aguda pueden descubrirse por medio de otros exámenes y procedimientos adicionales, incluyendo los siguientes:

Pronóstico

La mayoría de los casos de pielonefritis mejoran sin complicación después del tratamiento. Sin embargo, es posible que el tratamiento deba ser agresivo o prolongado. Si se presenta sepsis, ésta puede ser mortal.


Complicaciones

Prevención

El desarrollo de muchos de los casos de pielonefritis se puede prevenir con un tratamiento oportuno y completo de la cistitis (infección de la vejiga). La infección urinaria crónica o recurrente debe tratarse minuciosamente debido a la posibilidad de infección renal.

Las medidas preventivas pueden reducir los síntomas y evitar la reaparición de la infección. El hecho de mantener limpia el área de los genitales y recordar limpiarlos de adelante hacia atrás puede reducir las probabilidades de llevar bacterias a la uretra desde el área rectal.

La micción inmediatamente después de una relación sexual puede ayudar a eliminar cualquier tipo de bacterias que se puedan haber introducido durante el contacto. El hecho de postergar la micción durante mucho tiempo puede darle tiempo a las bacterias para que se multipliquen, por lo que la micción frecuente puede reducir los riesgos de sufrir cistitis en las personas que son propensas a las infecciones urinarias.

Incrementar la ingesta de líquidos (64 a 128 onzas o 1.800 a 3.800 ml diarios) estimula la micción frecuente que elimina las bacterias de la vejiga. El consumo de jugo de arándano evita que ciertos tipos de bacterias se adhieran a la pared de la vejiga y puede reducir las posibilidades de infección.

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Véase También

20px-Star of life2.svg.pngRecuerda que este no es un consultorio médico.

Consulta siempre a tu doctor o profesional médico. La medicina no es una ciencia exacta y pueden existir distintas versiones y opiniones sobre un mismo tema, nosotros no favorecemos ninguna opinión sobre otra, solamente te presentamos las opciones para que hagas tus propias decisiones mejor informado/a. No te automediques.
 
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