Síndrome de alcoholismo fetal
Se refiere a problemas físicos, mentales y de crecimiento que se pueden presentar en un bebé cuando la madre toma alcohol durante el embarazo.
Historia
El síndrome alcohólico fetal fue nombrado en 1973 por dos especialistas en malformaciones, Kenneth Lyons Jones y David W. Smith, de la Escuela Médica de la Universidad de Washington, en Seattle. Estos médicos identificaron un patrón de defectos craneofaciales, en las extremidades y cardiovasculares, asociados con deficiencias en el crecimiento prenatal y demoras en el desarrollo (Jones et al 1973, p. 1267). El patrón de malformaciones indicaba que el daño era prenatal. La noticia de este descubrimiento fue impactante, y en un principio se encontró con rechazos y actitudes de descreimiento.
El Dr. Paul Lemoine de Nantes, Francia, había ya publicado un estudio en una publicación francesa en 1968 sobre chicos con características distintivas cuyas madres eran alcohólicas. Los descubrimientos de Nantes y Washington fueron luego confirmados por un grupo de investigación de Gothenburg, Suecia, en 1979.
Investigadores en Francia, Suecia y Estados Unidos estaban sorprendidos por lo parecido que esos chicos se veían, aunque no estaban relacionados (familiarmente), y por lo parecido que eran sus comportamientos, siempre sin foco (desconcentrados) e hiperactivos.
En los primeros cuatro años desde el descubrimiento en Washington, se hicieron estudios en animales (incluso en primates) en el Centro de Primates de la Universidad de Washington, a cargo del Dr. Sterling Clarren, que confirmaron que el alcohol era un generador de malformaciones. Para 1978, 245 casos de este síndrome habían sido informados por investigadores médicos, y el síndrome comenzó a ser descrito como el más frecuente.
Etiología
El consumo o abuso del alcohol durante el embarazo puede ocasionar los mismos riesgos del consumo de alcohol en general; sin embargo, plantea riesgos adicionales para el feto. Cuando una mujer embarazada toma alcohol, éste atraviesa fácilmente la placenta hacia el feto. Debido a esto, el consumo de alcohol le puede causar daño al desarrollo del bebé.
Una mujer embarazada que consuma cualquier cantidad de alcohol está en riesgo, ya que aún no se ha establecido ningún nivel de "seguridad" con el consumo de esta bebida durante el embarazo. Sin embargo, las cantidades mayores parecen incrementar los problemas. El consumo excesivo de alcohol es más dañino que tomar pequeñas cantidades de esta bebida.
El momento del consumo de alcohol durante el embarazo también es importante y parece ser más dañino durante el primer trimestre. Sin embargo, tomar alcohol en cualquier momento del embarazo puede ser dañino.
Síntomas
Un bebé con síndrome de alcoholismo fatal puede tener los siguientes síntomas:
- Crecimiento deficiente mientras el bebé está en el útero y después de nacer.
- Disminución del tono muscular y mala coordinación.
- Retraso en el desarrollo y problemas funcionales significativos en tres o más áreas mayores: pensamiento, lenguaje, movimiento o habilidades sociales (como se espera para la edad del bebé)
- Defectos cardíacos como la comunicación interventricular o la comunicación interauricular.
- Problemas estructurales con la cara:
- Ojos pequeños y rasgados con pliegues epicánticos grandes.
- Cabeza pequeña.
- Maxilar superior pequeño.
- Labio superior liso y delgado.
- Surco nasolabial liso.
Diagnóstico
Un examen del bebé puede mostrar un soplo cardíaco u otros signos de problemas cardíacos y, a medida que el bebé crece, puede haber signos de retardo en el desarrollo mental. Igualmente, puede haber problemas estructurales de la cara y el esqueleto.
Los exámenes son, entre otros:
- Nivel de alcohol en la sangre en mujeres embarazadas que muestran signos de estar ebrias (intoxicadas).
- Estudios imagenológicos del cerebro (tomografía computarizada o resonancia magnética) que muestran desarrollo cerebral anormal.
- Ecografía del embarazo que muestra crecimiento lento del feto.
Pronóstico
El pronóstico para los bebés con síndrome de alcoholismo fetal varía dependiendo de la magnitud de los síntomas, pero casi ninguno tiene desarrollo cerebral normal.
Los bebés y niños con síndrome de alcoholismo fetal tienen muchos problemas diferentes que pueden ser difíciles de manejar. El pronóstico para los niños es mejor si el diagnóstico es oportuno y se les remite a un equipo de médicos que puedan trabajar con sus familias sobre estrategias educativas y conductuales que se ajusten mejor a las necesidades del niño.
Complicaciones
El consumo de alcohol durante el embarazo puede ocasionar:
Las complicaciones que se observan en el bebé pueden abarcar:
- Estructura cardíaca anormal.
- Problemas de comportamiento.
- Muerte del bebé.
- Retardo mental.
- Problemas en la estructura de la cabeza, los ojos, la nariz o la boca.
- Crecimiento deficiente antes de nacer.
- Retraso del crecimiento y mala coordinación después de nacer.
Prevención
El hecho de evitar el alcohol durante el embarazo previene el síndrome de alcoholismo fetal. La asesoría le puede ayudar a las mujeres que ya han tenido un niño con este síndrome a evitar que se presente otra vez.
Las mujeres sexualmente activas que beben mucho deben utilizar métodos anticonceptivos y controlar sus comportamientos con la bebida o dejar de tomar alcohol antes de tratar de concebir.
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